En declaraciones desde Nueva York, Sánchez aseveró que "este Gobierno es un gobierno sin ninguna hipoteca" y que "tiene un mandato claro y está determinado a cumplirlo", que es "limpiar y regenerar la vida política y luchar contra la corrupción venga de donde venga, esté instalada donde esté instalada".

"El Estado no acepta chantajes de nadie. Hemos venido a limpiar, estamos limpiando y vamos a seguir limpiando", se reafirmó. Y, cuando se le preguntó por el futuro concreto de Delgado, precisó: "Si digo que no acepto chantajes y que somos un Gobierno sin hipotecas, no nos va a marcar la agenda política un corrupto".

En esa línea, recordó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien ha señalado que quien ha estado cerca de Villarejo debería alejarse de la política, que "la decisión sobre la composición del Gobierno la hace el presidente del Gobierno. Siguiendo por ahí, ensalzó los 20 años de servicio público de Delgado, antes como fiscal antiterrorista, y cuestionó que "se le intente, a través de grabaciones, dañar y desprestigiar toda su carrera".

Para Sánchez, en este tema "quien tiene que hacer autocrítica es la oposición", y dejó caer: "Si quiere hacer oposición a base de grabaciones de un chantajista, es su responsabilidad".

Por último, sobre si gobiernos anteriores se equivocaron al dar pábulo a Villarejo, concedió: "Si está en la cárcel con graves responsabilidades penales en el ejercicio de su labor como policía, es evidente que ese error se cometió".