Según informó Adif, esta actuación supondrá el inicio de una transformación global de Puerta de Atocha, que el pasado año superó los 22 millones de viajeros y en la que se van a desarrollar distintos proyectos de ampliación y reforma en el corto, medio y largo plazo, con proyectos como la estación Pasante, la reordenación del entorno urbano o la transformación tecnológica de los puntos de información al viajero.

La ampliación se desarrollará en el vestíbulo comercial de acceso, que se abrirá y ensanchará generando una gran plaza interior alrededor de la cual gravitará toda la sala.

Además, la reordenación del acceso a la sala de embarque permitirá aumentar los puntos de control de equipajes, lo que reducirá el tiempo de espera de los viajeros.

De esta manera, el viajero, una vez pasado el control de accesos principal, accederá a un espacio central desde el que tendrá una visión mejorada de los puntos de embarque y percibirá todo el espacio como continuo.

Las obras, que se ejecutarán en un plazo de seis meses, se compatibilizarán con el servicio ferroviario, por lo que se van a adoptar diversas medidas para minimizar las molestias a los viajeros.

En concreto, se aislarán las zonas de obra del resto del vestíbulo mediante tabiques de cartón yeso, que se alzarán de suelo a techo, evitando la transmisión de ruidos y la emisión de polvo hacia el vestíbulo. Para hacerlos más agradables a la vista los tabiques estarán decorados por el exterior, y en los paños más visibles se colocarán vinilos fotográficos.

Asimismo, se establecerán itinerarios alternativos entre el control de acceso y el punto de bajada al andén. Tanto las zonas de obra como los itinerarios alternativos estarán adecuadamente señalizados, adaptándose la señalización a cada una de las fases de la obra.

Por último, muchos de los trabajos se realizarán en horario nocturno, para evitar molestias. Así, tanto la retirada de escombros como el acopio de materiales necesarios para la obra se realizarán cuando no haya viajeros en la estación.