En declaraciones a su entrada en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, Borrell confirmó que “el contrato se va a cumplir en sus términos” y, ante la pregunta de si hubo coordinación entre su Ministerio y el de Defensa, cuya titular, Margarita Robles, anunció que no enviarían los proyectiles, puntualizó que “es el Gobierno el que toma decisiones”, sólo que éstas son “complejas” porque “los problemas son complejos, son poliédricos”, y la toma de la decisión “pasa por u proceso de debate que culmina cuando culmina” del cual “es responsable el Gobierno en su conjunto”.

Más tarde recuperó esa responsabilidad plural: “Después de darle todas las vueltas que hemos podido y querido darle, hemos tomdo esta decisión. El Gobierno, no el Ministerio, que no ha hecho más que coadyuvar a la tarea diplomática”.

En esa línea, aunque fue él quien reveló que la venta se mantiene, en una entrevista en la radio esta mañana, precisó: “Me ha tocado a mí anunciarla, pero no es un anuncio del Ministerio de Exteriores, sino una decisión del Gobierno que ya ha sido comunicada a Arabia Saudí”.

Sentada esta premisa para evitar polémicas o disensiones con Robles, el ministro confirmó que “se ha tomado la decisión final de cumplir un contrato que fue firmado por el anterior Gobierno en 2015” y que “ha pasado tres veces por la comisión interministerial que analiza las condiciones de todos los contratos de armas”.

Después de revisarlas, explicó, “se llegó a la conclusión de que no había argumentos para no cumplir ese contrato”, que es específicamente de venta de “munición propia del Ejército del Aire”.