La dirección nacional de Ciudadanos se reunió este fin de semana en Málaga, con ese acuerdo de investidura como protagonista después de que el líder de la formación en Andalucía, Juan Marín, obtuviera el respaldo unánime de sus compañeros para dar por rota la colaboración con la presidenta de la Junta, Susana Díaz.

Rivera se declaró "muy orgulloso" del trabajo de sus compañeros de Andalucía porque permitir la investidura de Díaz a cambio de reformas necesarias "no era fácil pero era lo correcto", dieron estabilidad pero han sido "exigentes", aseguró, y el acuerdo se rompe ante la negativa de los socialistas andaluces a eliminar aforamientos y modificar la ley electoral en la comunidad autónoma.

Se mostró convencido de que los andaluces están "hartos" de redes clientelares, enchufes y "dedazos", y también quieren a unos presidentes de Andalucía y de España que se lleven bien, en clara referencia a las discrepancias entre Díaz y Pedro Sánchez.

Por su parte, Marín explicó a sus compañeros que los cambios "no se producen solos, hay que provocarlos", y el "bipartidismo rancio" ha demostrado de nuevo que no quiere "cambiar nada", por lo que sólo serán posibles si Ciudadanos gana las elecciones y se da la respuesta que los andaluces llevan esperando 37 años.