En rueda de prensa en Enköping, Suecia, junto al primer ministro de ese país, Stefan Löfven, Sánchez explicó que siguió "atentamente" la exposición de Torra el día anterior, en la que reclamó sentencias absolutorias para los encausados por el proceso secesionista y abogó por la autodeterminación.

Sánchez subrayó que el Gobierno "se toma muy en serio" el diálogo con la Generalitat y, de hecho, "lo estamos abriendo ya" en materia de financiación, de leyes autonómicas recurridas por el anterior Ejecutivo ante el Tribunal Constitucional o de infraestructuras pendientes de desarrollo.

De la misma forma que el Gobierno "se toma en serio su obligación", apuntó, la Generalitat tiene que "abrir un gran debate" entre nacionalistas y no nacionalistas en Cataluña. La oferta de Torra, añadió Sánchez, puede "satisfacer a una mitad" de la sociedad catalana, pero no a la otra mitad, mientras que el autogobierno expresado en el Estatuto de Autonomía es el "elemento aglutinador de la mayoría de los catalanes.

Sánchez reiteró la "clara vocación" del Gobierno para "resolver desde la política esta crisis política", y para ello apela a Torra a iniciar "esa gran conversación", que debe partir del Parlamento de Cataluña, "cerrado" este mes de septiembre.

El presidente dijo tambien a Torra que España es un Estado social y democrático de Derecho y, por tanto, aunque no se compartan las sentencias de los tribunales hay que acatarlas porque "eso es lo que nos define, la convivencia", sobre todo en el caso de los responsables políticos. En Cataluña, insistió, no está en juego la independencia sino la convivencia, "y tenemos que hacer todos un ejercicio de mayor responsabilidad y menor gesticulación".