"Más que una prohibición taxativa, más que una legislación, si el uso del teléfono móvil forma parte del proyecto educativo del centro, son los propios centros educativos los que, con sentido común, deben establecer el protocolo de uso”, dijo a Servimedia después de que Francia aprobase hace unas semanas una medida que prohíbe el uso de esos dispositivos en colegios e institutos.

“Si el teléfono móvil puede ser una herramienta pedagógica importante, ¿por qué no se puede usar? Efectivamente, regulado por un protocolo acordado por la comunidad educativa del centro”, recalcó Loranca.

La secretaria general de Enseñanza de UGT recordó también que “los centros educativos y los alumnos no son los únicos responsables del uso del móvil”. “Los padres también tienen parte de la responsabilidad”, sentenció.