“La lucha contra el acoso escolar viene más por la línea de la prevención, educación y concienciación de los alumnos que por la prohibición del móvil en el colegio”, dijo a Servimedia después de que Francia aprobase hace unas semanas una medida que prohíbe el uso de esos dispositivos en colegios e institutos.

Según el secretario regional de FERE-CECA en Madrid (la unión funcional de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza-Titulares de Centros Católicos y Educación y Gestión), “el acoso, a lo mejor se mitiga en parte al limitar el uso del móvil en el colegio, pero el problema es que ocurre las 24 horas. Cuando el chaval sale del colegio, el acoso no desaparece”, subrayó.

En el caso de la Comunidad de Madrid (en España, la educación no se regula a nivel estatal, sino a nivel autonómico), la enseñanza se rige por el Decreto 15/2007, de 19 de abril, que establece el marco regulador de la convivencia en los centros docentes. El artículo 3.4 fija que “será el propio centro escolar quien (…) establezca sus Normas de Conducta propias”, teniendo en cuenta una serie de obligaciones como “el respeto a la autoridad del profesor” o “el trato correcto hacia los compañeros, no permitiéndose, en ningún caso, el ejercicio de violencia física o verbal”.

En este contexto, Poveda añadió que “el uso del teléfono móvil y de otros dispositivos tiene que estar directamente relacionado con la actividad escolar y bajo la supervisión de los profesores”. “Los móviles se tendrían que prohibir fuera de lo que es estrictamente el uso educativo que se pueda hacer de la tecnología. Espero que la medida que han aprobado vaya en esa dirección”, añadió Poveda.