En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celáa, condenó “absolutamente cualquier ataque” que se haya producido “por la puesta o retirada” de lazos amarillos independentistas en las calles de Cataluña.

Pidió “contención y prudencia” en esta cuestión y tener en cuenta que “la liberta de expresión de un grupo de particulares termina donde empieza la de los otros”. En palabras de la portavoz del Gobierno, es una “cuestión importante” guardar la “mayor neutralidad posible” en los espacios públicos.

En todo caso, se remitió a la reunión de la Junta de Seguridad el próximo jueves, 6 de septiembre, donde el tratamiento del orden público y la seguridad es uno de los puntos del orden del día. “Confío en que por lealtad interinstitucional se resuelva”, señaló Celáa, escudándose en que “a nadie le interesa tener problemas en las calles”.