El PP y Cs presentaron sendas peticiones que defendieron ante la Diputación Permanente de la Cámara Baja la pertinencia de que Ábalos y Montero comparezcan para dar cuenta sobre su política de nombramientos.

La petición del PP fue defendida por Carlos Floriano que definió la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa como un “hecho singular y sin precedentes” desde el restablecimiento de la democracia en España y criticó que lo haya hecho con el apoyo de la izquierda “más radical y excluyente” y de quienes “no han condenado los asesinatos de ETA”.

Acusó al Gobierno de mostrar una “actitud sectaria” con los nombramientos, que ha provocado un incremento del 30% en el gasto de los ministerios y un alza del 56% en la partida destinada a Presidencia.

“El único mérito que se les conoce (a las personas designadas para ocupar altos cargos) es militar en el PSOE”, sentenció.

Reprochó al Ejecutivo que haya “colocado” “a más del “40% de la Ejecutiva” socialista y afirmó que la política de nombramientos del Gobierno se define por los siguientes atributos: “nepotismo, enchufismo y privilegios”.

Juan Carlos Girauta, portavoz de Cs, afirmó que el Gobierno ha llevado a cabo un “asalto sin precedentes” de las instituciones y le espetó que su política de nombramientos le recuerda a la cita del rey Luis XIV de Francia “L'Etat, c'est moi” (el Estado soy yo).

Por su parte, Gabriel Rufián (ERC) afeó al PP que critique al Gobierno lo que ellos hicieron en el pasado, mientras que Yolanda Díaz (Unidos Podemos) consideró una “broma de mal gusto” que los populares hablen de “nepotismo, enchufismo y de hechos sin precedentes”.

Patricia Blanquer, PSOE, defendió la legalidad y legitimidad de los nombramientos aprobados por el Gobierno y urgió a debatir sobre los asuntos que “mejoran el día a día de los ciudadanos” y no sobre cuestiones que distraen su atención.