En un documento firmado por la presidenta del grupo de trabajo sobre discriminación contra la mujer de este órgano de la ONU, Ivana Radačić, y por el relator especial sobre el derecho a la salud física y mental, Dainius Pūras, reprochan a los senadores contrarios al aborto el haberse basado en una “doctrina religiosa que incorpora estereotipos dañinos”.

Los legisladores argentinos debatieron durante más de 15 horas sobre la legalización del aborto, pero finalmente 38 senadores votaron en contra de la interrupción voluntaria del embarazo frente a otros 31. Con este resultado, Argentina mantendrá la ley de 1921 que prohíbe el aborto libre y que los expertos de la ONU consideran “arcaica”.

"Lamentamos profundamente que el Senado argentino no haya aprovechado este momento histórico para demostrar el compromiso del país con respecto a la eliminación de la discriminación contra las mujeres en su legislación y promover los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y adolescentes, de conformidad con sus obligaciones internacionales de derechos humanos", dijeron los expertos de Naciones Unidas.

En cambio, el comunicado emitido por el Alto Comisionado pone de relieve “la histórica movilización de mujeres y niñas en Argentina”, y espera que “este impulso no se pierda y que se abra un nuevo espacio para debates basados en los derechos humanos y en la necesidad urgente de una reforma de la ley sobre el aborto".

Según este grupo de Naciones Unidas, en los países donde la interrupción del embarazo está restringida por ley o no está disponible, el aborto con garantías sanitarias es un “privilegio de las personas ricas”, mientras que las mujeres con recursos limitados “no tienen otra opción que recurrir a prácticas inseguras”.

Por último, recordó que los países donde las mujeres tienen derecho a interrumpir un embarazo no deseado, tienen acceso a la información y a todos los métodos anticonceptivos “tienen las tasas más bajas de aborto”.