El RACE consideró “desproporcionada” esta propuesta de la consultora PONS Seguridad Vial, ante la cual la DGT ha señalado en Twitter: “Apunta en la buena dirección y podría tener recorrido. La vamos a estudiar”.

Esa medida supondría modificar el artículo 10 de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor para que el uso del móvil se incluya en las opociones de lo que se conoce como ‘derecho de repetición’, en el que, una vez indemnizada la víctima o pagados los daños, la aseguradora pueda reclamar ese importe al conductor.

El RACE parte del principio de que “un accidente no es accidental” porque puede suceder por errores de los vehículos, de la vía o de los conductores. “Es, sin duda, desproporcionado pretender que estos errores del factor humano permitan a las aseguradoras reclamar los costes de los accidentes al asegurado y no cubrirles en caso de accidente”, añadió.

Además, subrayó que ese tipo de medidas “van en contra de los conductores” y abre un debate donde la línea que separa las infracciones que supongan la cobertura o no del asegurado es “muy fina”, por lo que consideró “correcta y suficiente” la redacción del artículo 10 de la mencionada ley porque contempla la conducta dolosa y la conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas o de drogas tóxicas estupefacientes o sustancias psicotrópicas.

LA SANCIÓN, LO ÚLTIMO

En este sentido, el RACE apostó por reformar el permiso por puntos como principal medida para “sacar de la vía a los conductores que demuestren comportamientos incompatibles con la seguridad”, así como en reincidir en las campañas de concienciación para que los conductores sean conscientes del peligro que supone el uso del móvil al volante.

“El RACE aboga por la educación, formación y concienciación y, en último caso, la sanción, por lo que un posible incremento de quita de puntos podría ser suficiente para concienciar a los conductores. Además, y tal y como se plantea la propuesta, cuestionamos la posibilidad de que la imprudencia de un conductor pueda hipotecar el futuro de una familia”, sentenció.

Esta entidad señaló que el incremento que ha supuesto el uso del móvil al volante “no se debe a que el automovilista piensa que el seguro paga los daños en caso de un siniestro, si no que, simplemente, no percibe el riesgo de que su uso pueda desembocar en consecuencias trágicas”, e indicó que la tecnología utilizada de forma consciente puede ser parte de la solución con aplicaciones que adviertan o incluso imposibiliten el funcionamiento del teléfono móvil durante la conducción.

Casi cuatro millones de conductores españoles reconocen que utilizan el móvil durante la conducción, según los datos del estudio ‘Stop Chatear’ elaborado por BP, Castrol y el RACE, con el principal perfil de un menore de 34 años que viaja en solitario, de camino al trabajo, por la mañan y principalmente usuario de WhatsApp.