Según informa la DGT, durante esta semana los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán los controles para vigilar el cumplimiento por parte de los conductores de los límites establecidos en las carreteras, en especial en los más de 140.000 kilómetros de vías convencionales, que presentan un mayor riesgo vial y registran ocho de cada diez fallecidos.

En 2017, último año con datos consolidados, fallecieron un total de 400 personas en siniestros en los que la velocidad fue factor recurrente, según Tráfico, que subraya cómo esta determina la mayor o menor incidencia en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en accidentes.

En la red de carreteras convencionales, entre 2013 y 2017, el porcentaje de víctimas mortales se incrementó un 12% mientras que en el caso de accidentes por salida de vía este porcentaje amentó un 35%.

INFORME OCDE

La DGT destaca cómo, en el informe sobre ‘Velocidad y riesgo de accidente’, la OCDE confirma que el riesgo de fallecimiento de un peatón atropellado se multiplica por 5 cuando la velocidad de impacto pasa de 30 a 50 kilómetros por hora y que en vías interurbanas una reducción de la velocidad media de cinco kilómetros por hora produce un descenso de los accidentes mortales de un 28%.

El estudio propone un límite de 70 kilómetros por hora en las carreteras sin mediana de separación entre los dos sentidos, por el riesgo de choque frontal, y de 50 kilómetros por hora en zonas urbanas con intersecciones y riesgo elevado de colisiones laterales y en áreas urbanas residenciales, donde los vehículos comparten espacio con los usuarios vulnerables.

De otro lado, la DGT recuerda que los sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) permiten reducir el riesgo de accidente y defiende que su implantación generalizada reduciría la severidad de los accidentes en un 57% y evitaría una cifra de 51.000 siniestros y sus consecuencias.