Estudio científico

La NASA y la Armada estudian el pasado geológico de Groenlandia

Madrid
SERVIMEDIA

La NASA y la Armada española han efectuado un estudio a través del que han delineado las variaciones de la cantidad de calor suministrado desde el interior de la Tierra hasta la base de la capa de hielo de Groenlandia mediante la observación de las variaciones del campo magnético terrestre en dicha zona.

Según informó la Armada, el estudio proporciona la visión de mayor resolución lograda hasta la fecha del calor que escapa del interior de la Tierra en Groenlandia, y los resultados ayudarán a efectuar mejores predicciones sobre la evolución de la capa de hielo.

El estudio de este calor proporciona importantes pistas sobre la geología y la evolución geodinámica de muchas áreas geográficas. Este calor puede proceder del enfriamiento que experimenta la Tierra desde el mismo momento de su formación, emanando del manto, de fuentes radioactivas localizadas en la corteza, o en virtud de la historia tectónica de la zona.

Cuando una región está cubierta por una capa de hielo, como ocurre en la Antártida o en Groenlandia, las variaciones espaciales en el calor suministrado desde el interior de la Tierra pueden influir en el comportamiento de este hielo, condicionando la manera en que fluye (ríos de glaciares), favorecido por la fusión de sus bases. Esto a su vez condicionará la respuesta de la masa de hielo en el futuro.

Las mediciones de flujo de calor se realizan generalmente mediante medidas directas basadas en perforaciones del subsuelo, o de forma indirecta obteniendo perfiles de temperatura y de conductividad calorífica.

En las zonas cubiertas de hielo, las mediciones directas o indirectas se limitan a perforaciones dispersas, lo que significa que este importante factor es muy poco conocido. En estos casos se recurre a otros procedimientos, como los basados en la gravimetría o la sísmica, o como en esta investigación, basado en el campo magnético.

El nuevo mapa no solo muestra inferiores variaciones espaciales en el valor del flujo de calor respecto a las sugeridas en otros estudios en Groenlandia, también revela una banda de varios centenares de kilómetros, no vista hasta la fecha, de rocas más cálidas de lo esperado, que se extiende desde el noroeste al sudeste cortando diagonalmente toda la isla.

Estos resultados han podido ser corroborados complementándolos con modelos litosféricos (la capa sólida de la Tierra, que comprende corteza y parte superior del manto) realizados dentro de este mismo trabajo a partir de datos de gravedad. La banda antes citada ha sido interpretada como la cicatriz que provocó el paso de la placa tectónica de Groenlandia hace millones de años sobre una región de afloramiento de material caliente procedente del manto, lo que se conoce en geofísica como “anomalía térmica” o “pluma”.

Actualmente esta anomalía térmica se encuentra bajo Islandia, y es responsable, junto con la apertura del Océano Atlántico, de los volcanes que la han conformado. Algo parecido a lo ocurrido en Hawaii, cuyo origen se debe a una pluma térmica que, tras actuar como un cincel, conformó una a una las islas de este archipiélago y actualmente ocasiona la erupción del volcán Kilauea, surtiéndolo de magma.

Este hallazgo supone un caso único en nuestro planeta en donde una pluma ha dejado un rastro térmico perceptible a su paso pero sin modificar el aspecto de la superficie. Toda esta información proporciona pistas que permitirán conocer mejor cómo las placas tectónicas se desplazaron hace decenas de millones de años.

(SERVIMEDIA)
03 Ago 2018
MST/caa