Según informó la mutua, bajo el lema 'El hambre no se va de vacaciones' esta acción de responsabilidad social corporativa tiene como objetivo sensibilizar y luchar contra el dispendio de alimentos, la pobreza y la exclusión social.

Durante el mes de junio, los centros que participaron en la campaña han sensibilizado sobre esta realidad y han animado a empleados, usuarios, colaboradores y empresas asociadas a donar alimentos de primera necesidad, que se destinarán, a través de los bancos de alimentos locales, a que muchas familias desfavorecidas puedan acceder a una alimentación suficiente.

En España, el 27,9% de la población está en riesgo de exclusión social y pobreza, siendo el quinto país de la Unión Europea con mayor tasa de pobreza infantil, según Eurostat.

Además de las aportaciones presenciales en los centros, este año las donaciones han podido realizarse 'online' a través de una plataforma electrónica habilitada por el Banco de Alimentos de Barcelona. Esta nueva herramienta ha ayudado a sumar 694 kilos a la campaña.