Uno de los portavoces de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, señaló este lunes a Servimedia que las tormentas fuertes han estado presentes en 19 de los 23 primeros días de julio (todos salvo el 5, el 10, el 17 y este lunes).

También hay que recordar que antes del verano hubo tres semanas consecutivas de lluvias o tormentas fuertes en algún punto de la península por el descuelgue en la atmósfera de varias bajas ante la persistencia de una depresión aislada en niveles bajos (DANA, en términos meteorológicos).

Del Campo indicó que un “anticiclón de bloqueo” impide que se extiendan las bolsas de aire frío en altura, que se quedan en el norte de la península y provocan tormentas, las cuales han sido casi diarias en los dos últimos meses.

Esta situación cambiará esta semana, cuando se impondrá el “tiempo tranquilo y propio del verano”, con “calor moderado” que, en general, llevará a los termómetros a marcar entre 34 y 36 grados en gran parte de la mitad sur peninsular y el valle del Ebro, de 30 a 32 grados en la meseta norte y entre 22 y 26 en las zonas cantábricas.

Del Campo recalcó que este martes se espera que “una bolsa de aire frío esté el tiempo suficiente para provocar chubascos y tormentas en la Cordillera Cantábrica, Navarra, La Rioja y, sobre todo, en el Pirineo catalán", donde se esperan precipitaciones más intensas. En la mayor parte del resto de España habrá tiempo estable y brillará el sol, con temperaturas en descenso en el oeste peninsular y en aumento en puntos del Mediterráneo.

DE MIÉRCOLES A DOMINGO

En cuanto al miércoles, Del Campo subrayó que se generalizará el tiempo estable, lo cual se prolongará varios días más. “Lo más esperable es que haya pocas nubes en toda España, salvo en el extremo norte, y no se puede descartar alguna tormenta en los Pirineos”, añadió. Las temperaturas subirán en el oeste peninsular y bajarán en la Comunidad Valenciana. “En general, se acercarán a los valores normales para esta época”, precisó.

El jueves será “un día similar” al miércoles, según Del Campo, puesto que predominará “el tiempo tranquilo, con pocas nubes y alguna llovizna en el Cantábrico y los Pirineos”. Las temperaturas apenas cambiarán, aunque estarán hasta cinco grados por encima de lo habitual en el interior de Valencia, Alicante y Murcia.

Del Campo indicó que a partir del viernes hay “cierta incertidumbre” en la predicción, si bien agregó que lo más probable es que ese día haya algún chubasco en zonas del tercio norte de la península y en el resto del país continúe el cielo despejado. “No habrá cambios en las temperaturas y se espera calor de verano”, apostilló.

La semana terminará con tiempo estable, alguna lluvia débil en el extremo norte peninsular y el calor propio de esta época del año, sin que en ningún punto del país se superen los 40 grados.