Según informa Iberdrola, esta subestación, de 3.900 toneladas, cuenta con una potencia instalada de 714 megavatios (MW) y ha supuesto una inversión de más de 2.500 millones de libras, unos 2.840 millones de euros. De hecho, este proyecto renovable es el más grande desarrollado hasta el momento en el mundo por una empresa española.

Al acto de entrega acudieron José Esteban García Vilasánchez, presidente de Navantia; Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola; y Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, que ejerce de madrina de la instalación energética.

El parque eólico marino East Anglia One se ha convertido en uno de los principales motores económicos de empresas españolas. Como ya ocurriera con el proyecto eólico marino Wikinger (operativo en Alemania), Iberdrola ha contado con la participación de Navantia y una treintena de empresas auxiliares local para la construcción de un elemento fundamental del parque marino, la subestación.

La entrega de esta unidad, realizada en los plazos acordados tras 16 meses de trabajo, ha permitido la generación de una media de 450 empleos -en su gran mayoría locales- que, en momentos punta de trabajo, se ha elevado a 600 personas.

La subestación marina es el núcleo central del parque eólico que Iberdrola promueve en aguas británicas y su función consiste en recoger la electricidad producida por los aerogeneradores y transformar la tensión de 66 kilovatios (kV) a 220 kV. Posteriormente, la electricidad se transmite por el cable marino hasta tierra, minimizando las pérdidas de potencia en su recorrido.

‘’Andalucía II’ iniciará su travesía desde Puerto Real a aguas inglesas a primeros de agosto, de tal forma que podría estar instalada en el parque eólico de Iberdrola a finales del próximo mes o principios de septiembre.

East Anglia One entrará en operación en 2020 y producirá energía limpia suficiente para abastecer a cerca de 600.000 hogares londinenses.