Según recuerdan los organizadores en una nota difundida este sábado, los tratamientos inmunosupresores que reciben de por vida generan unos efectos secundarios que, en muchas ocasiones, derivan en otras enfermedades como la diabetes o el cáncer.

Así, si se les reconoce una certificación de discapacidad superior al 33%, los pacientes trasplantados podrían acceder a bolsas de empleo a las que, a día de hoy, no tienen acceso subrayan. Además, las asociaciones de pacientes reclaman el abordaje multidisciplinar del paciente trasplantado.

La sesión específica para los pacientes, con el título ‘Integración de las personas con enfermedad crónica trasplantadas’ aborda la integración social y laboral, la discapacidad como elemento diferenciador, el Trabajo Social Sanitario como vehículo imprescindible y la propuesta de soluciones desde las asociaciones de pacientes.

La Unión de Trasplantados engloba a la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), la Federación Española de Trasplantados del Corazón (Fetco), la Federación Española de Fibrosis Quística (Fefq) y la Federación Española de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth).

MILES DE TRASPLANTADOS

En 2017 se realizaron 3.261 trasplantes de riñón y 304 de corazón en España. Actualmente, existen unas 30.000 personas trasplantadas de riñón y unas 9.000 con trasplante de corazón ‘funcionante’ en nuestro país (cifras registradas desde el año 1984).

En el caso de la enfermedad renal, esta tiene mayor incidencia y prevalencia en hombres que en mujeres, y la media de edad son 67 años, siendo la primera de causa la diabetes. Por lo que respecta a los pacientes trasplantados de corazón, el perfil es un varón de, aproximadamente, 47 años, que padece una insuficiencia cardiaca.