Según los datos extraídos por Servimedia del Boletín Petrolero de la Unión Europea, actualmente la gasolina se encarece un 109% al aplicársele los impuestos, pasando de 0,629 euros por litro a 1,32.

Por su parte, la subida experimentada por el diésel como consecuencia de los impuestos es significativamente menor, del entorno del 90%, puesto que pasa de 0,643 euros a 1,223 el litro.

Si al precio actual del litro de diésel sin impuestos, que es superior al de la gasolina, se le aplica la subida del 109%, el precio de venta al público de este carburante sería de 1,344 euros, un 10% más caro que el actual y un 2% más alto que el de la gasolina.

De esta manera, llenar el depósito de un vehículo diésel pasaría a costar 73,92 euros (si es de 55 litros), frente a los 67,27 euros actuales, lo que supone un sobrecoste de 6,67 euros.

Actualmente, España se sitúa entre los países con una menor carga fiscal en los carburantes, ya que, como consecuencia de los impuestos, en la media de la UE la gasolina se encarece un 150%, subida que alcanza el 155% en la zona euro, mientras el diésel lo hace un 120% tanto en la UE como en la eurozona.