Hasta la fecha, WFP ha entregado alimentos listos para el consumo a más de 30.000 personas refugiadas en aldeas y campamentos improvisados. Estas raciones proporcionan sustento suficiente para una semana e incluyen alimentos enlatados que no requieren cocción, como atún, pollo o judías. Para ayudar a prevenir la malnutrición de los niños menores de dos años, WFP también está proporcionando productos nutricionales especializados.

Según la ONU, los combates en Daraa han motivado el cierre de las rutas de abastecimiento, lo que a su vez ha provocado un aumento del precio del combustible y de otros suministros básicos. Sin embargo, WFP está llegando hasta las familias afectadas a través del cruce fronterizo de Ar-Ramtha entre Jordania y Siria, acogiéndose a la resolución de las Naciones Unidas que permite la prestación de asistencia humanitaria a zonas no accesibles desde territorio sirio.