Medio marino
Oceana halla bosques de corales profundos en volcanes submarinos al norte de Sicilia
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La organización Oceana ha documentado densos bosques de corales amenazados en torno a los volcanes submarinos de las islas Eolias (norte de Sicilia) gracias a una expedición que recorrió siete zonas de interés ecológico durante un mes.
La expedición halló corales bambú en peligro crítico de extinción, corales árbol y corales negros llenos de huevos de tiburón, así como otros hábitats con gran variedad de especies. Con estos hallazgos, Oceana indicó este miércoles que apoyará la declaración de un área marina protegida en el archipiélago para preservar ese patrimonio natural.
“Aunque el fondo marino alcanza gran profundidad muy cerca de las islas Eolias, gran parte de estas aguas están sin explorar y esconden una gran biodiversidad. Hemos encontrado decenas de hábitats y especies protegidas internacionalmente en el Mediterráneo, desde impresionantes lechos de coralígeno a tortugas bobas, y muchas especies de corales y moluscos”, explicó Ricardo Aguilar, director de Investigación y Expediciones de Oceana Europa.
Aguilar añadió que, sin embargo, Oceana ha visto “el enorme impacto de la actividad humana, incluso en los lugares más lejanos y profundos”. “Es esencial que dejemos de dañar la vida marina si queremos preservar una parte del mar Tirreno tan singular”, añadió.
Los datos recogidos durante la expedición se analizarán en detalle en los próximos meses para avalar una propuesta de creación de área marina protegida que preserve esa biodiversidad y el modo de vida de los habitantes de la zona que dependen de los recursos marinos.
HASTA 981 METROS
Desde el catamarán de investigación ‘Oceana Ranger’, Oceana filmó y fotografió hasta 981 metros de profundidad con un robot submarino y tomó muestras del fondo. El plan de trabajo incluyó entornos muy diversos, como montañas submarinas aisladas, bancos sumergidos y chimeneas hidrotermales formadas por la actividad volcánica.
En las zonas más someras, los científicos hallaron lugares dominados por algas rojas, como lechos de maërl y coralígeno, con densos jardines de gorgonias y grandes bancos de jureles y otros peces. A profundidades intermedias se grabaron corales negros llenos de huevos de tiburón, así como coral rojo y coral árbol amarillo, ambos amenazados en el Mediterráneo.
En las zonas más profundas se vieron bosques de coral bambú y hábitats caracterizados por especies carnívoras, como ciertas ascidias y esponjas. Se documentaron también una especie de estrella (‘Zoroaster fulgens’) que nunca se había visto en el Mediterráneo y un pez (‘Gobius kolombatovici’) del que se pensaba que solo existía en el norte del Adriático.
La expedición también grabó el amplio impacto de la actividad humana sobre la vida marina. Los científicos documentaron los daños causados por artes de pesca perdidas o abandonadas: una tortuga boba muerta con un anzuelo en la boca, corales milenarios con partes muertas con sedales enganchados, y nasas y redes descartadas que continúan capturando animales marinos. Con frecuencia se encontró basura doméstica, como menaje de plástico, botellas de vidrio, pilas y neumáticos.
(SERVIMEDIA)
20 Jun 2018
MGR/caa