Así lo indicó durante su participación en el curso ‘La economía ante el blockchain. Lo que está por venir’, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en el marco de los Cursos de Verano de la UIMP en Santander.

Entre los desafíos del ‘blockchain’, expuso Torres, se encuentran la volatilidad de las monedas subyacentes o problemas de compatibilidad con los regímenes de normativa fiscal o de otro tipo.

En todo caso, el consejero delegado de BBVA señaló que las “ventajas” que tiene esta tecnología son “tan importante” que “cuando esté madura y los reguladores preparados”, el banco quiere tener listas herramientas para su aplicación.

Por ello, pidió que no se pongan obstáculos para el desarrollo de esta tecnología, que se mantengan espacios adecuados para ello y se promueva el progreso. Todo ello, con una adecuada supervisión.

Por ejemplo, apuntó que el banco trabaja en créditos sindicados con ‘blockchain’, en el que haya múltiples participantes en la red que compartirán la información sobre el préstamo utilizando esta tecnología.

CLIENTES DIGITALES

En la actualidad, dijo el consejero de BBVA, el 45% de los clientes del banco son ya digitales, para asegurar que “cruzaremos el umbral de la mitad en algunos meses dentro de este año”.

Torres explicó que BBVA cuenta con 24 millones de clientes digitales y 19 millones móviles. En concreto, los clientes móviles son ya el 36% del total y el consejero delegado del banco señaló que se está produciendo un “verdadero crecimiento exponencial”. En este sentido, expuso que en los últimos 12 meses los clientes móviles de BBVA han crecido un 43%.

En cuanto al porcentaje de las ventas que van por canal digital, ésta tasa se ha triplicado en dos años y en mayo de 2018 ya representaba el 40% del total de operaciones.

“Hemos pasado de ser un banco tradicional a uno digital”, dijo el ‘número dos’ de BBVA, quien subrayó que la tecnología ofrece “oportunidades” y “retos”. “Las oportunidades están en el mundo digital”, defendió.

Entre los retos, hizo referencia a los sociales, como la automatización del trabajo o la gestión de la privacidad, que se suman a cuestiones “importantes” relacionadas con la sostenibilidad o la reducción de la desigualdad y la pobreza.