Medio ambiente
Más de dos tercios de España están en riesgo de desertificarse
- Hoy se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Más de dos terceras partes del territorio español se encuentran en riesgo de desertificación por ser áreas áridas, semiáridas o subhúmedas secas, según afirman los ministerios para la Transición Ecológica y de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este sábado se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Ambos ministerios, que se basan en la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, precisan en un documento, recogido por Servimedia, que las zonas susceptibles de sufrir este proceso son las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, es decir, aquéllas en las que la proporción entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre 0,05 y 0,65.
La evapotranspiración potencial es la cantidad de agua devuelta a la atmósfera en estado de vapor por un suelo que tenga la superficie completamente cubierta de vegetación y en el supuesto de no existir limitación en el suministro de agua (por lluvia o riego), para obtener un crecimiento vegetal óptimo. Además, expresa la demanda de agua por la atmósfera y las plantas en un lugar determinado.
“De acuerdo a esta definición, amplias zonas de nuestra geografía se encuentran potencialmente afectadas por el proceso. De hecho, más de dos terceras partes del territorio español pertenecen a las categorías de áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas”, indican ambos ministerios.
La combinación de factores y procesos como la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales, la sobreexplotación de acuíferos, etc., da origen a los distintos paisajes o escenarios típicos de la desertificación en España.
Agricultura subraya que “la desertificación es un problema económico, social y medioambiental que concierne a numerosos países de todas las regiones del mundo”.
En España la lucha contra la desertificación está integrada en las políticas nacionales de agricultura y medio ambiente. En particular, la política de desarrollo rural incorpora medidas para la protección del suelo, la agricultura sostenible y la gestión sostenible de los bosques.
Como medidas de aplicación directa contra la desertificación destaca la restauración de las áreas afectadas por grandes incendios forestales. En este sentido, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación invirtió en los dos últimos años alrededor de 10,5 millones de euros en obras de restauración en 25 grandes incendios forestales en diferentes comunidades autónomas.
CAMBIO CLIMÁTICO
Por otro lado, Greenpeace asegura que España es el país de Europa con mayor riesgo de desertificación, puesto que el 75% de su territorio está bajo la amenaza de sufrirla, mientras que un 6% ya se ha degradado de forma irreversible (sobre todo en la vertiente mediterránea y Canarias).
Greenpeace recalca que el cambio climático (subida de temperatura, menor precipitación, mayor riesgo de incendios forestales, etc.) está acelerando los procesos de pérdida irreparable de suelo.
Además, apunta que la desertificación se agrava con la sequía y advirtió de que, aunque las lluvias de esta primavera han elevado las reservas de agua en los embalses españoles al 72,84% (un 17% más que la misma fecha del pasado año, pero igual a la media de los últimos 10 años), “no se puede bajar la guardia y creer que el problema ha pasado”.
Como ejemplo, la cantidad de agua embalsada en la cuenca del Júcar es incluso inferior al pasado año (en 2017 estaba al 37,30% de capacidad, frente al 35,78% actual).
“Los efectos de la escasez de agua son recurrentes en la Península Ibérica y se deben prevenir precisamente ahora que tenemos agua almacenada. De no hacerlo volveremos a sufrir los mismos problemas de escasez de agua que en 2017, poniendo nuevamente en riesgo el abastecimiento humano, el mantenimiento de los caudales ecológicos, la actividad económica del país y contribuyendo, además, a la desertificación del territorio”, apunta Julio Barea, responsable de la campaña de Agua de Greenpeace.
50 MILLONES DE DESPLAZADOS
Por otra parte, Naciones Unidas señala que la desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, lo cual está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas.
Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes, sino que la desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobrexplotación y al uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo.
Los ecosistemas de las zonas secas son ya frágiles de por sí. Su degradación puede tener efectos devastadores para la población, la cabaña ganadera y el medio ambiente. Segun datos de la ONU recogidos por Servimedia, alrededor de 50 millones de personas se verán desplazadas en los próximos 10 años por la desertificación.
Este fenómeno no es nuevo. De hecho, ha sido un elemento fundamental en la historia de la humanidad y ha contribuido a la caída de grandes imperios y al desplazamiento de las poblaciones locales. Sin embargo, la ONU calcula que en la actualidad el ritmo de degradación de las tierras cultivables aumenta a una velocidad entre 30 y 35 veces superior a la histórica. De los ecosistemas de las zonas secas depende la subsistencia de unos 2.000 millones de personas, el 90% de las cuales vive en países en desarrollo.
La sobrepoblación de muchos países infradesarrollados crea la necesidad de explotar ganadera y agrícolamente las tierras de zonas secas. En estas tierras de baja productividad se inicia así una espiral descendente que acaba con el agotamiento de los nutrientes del suelo y los acuíferos subterráneos.
La ONU apunta que cuando estas tierras no pueden sustentar más a la población se inicia la migración de las zonas rurales a las urbanas. Con el aumento de la frecuencia y el rigor de las sequías, a consecuencia del cambio climático, es probable que el fenómeno de la desertificación se intensifique.
(SERVIMEDIA)
17 Jun 2018
MGR/nbc