Lo dijo en una entrevista en la Cope recogida por Servimedia, al ser preguntado por la decisión del presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, de reactivar el Diplocat una vez levantada la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que incluyó la desactivación de ese servicio por haber servido de altavoz exterior del proceso independentista.

Borrell precisó que el Tribunal Constitucional ha determinado que las comunidades autónomas pueden tener servicios de representación exterior y, por tanto, Diplocat "en sí mismo no es nada que contravenga ninguna normativa" y su funcionamiento "no se puede prohibir", aunque habrá que ir viendo "cuáles son sus actividades", y si no se corresponde con la legalidad "ya veremos".

Preguntado por los calificativos que algunos independentistas le han dirigido, aseguró que no va a contribuir "a la escalada de la descalificación" y va a mantener "con normal firmeza" las responsabilidades que le corresponden como ministro. Recordó, eso sí, que Torra le acusó de obstaculizar el uso de catalán en las instituciones europeas cuando en realidad fue su voto de calidad como presidente del Parlamento el que decantó el empate y permitió esa utilización. "No sé si estas cosas no las saben o sí las saben y les da igual", comentó.

Borrell denunció con cierta ironía que tiene que hacer un esfuerzo desde su nombramiento para no convertirse "en el ministro de asuntos catalanes", aunque una de sus prioridades será recomponer la imagen de España, que ha quedado "dañada" por "mucha insidia y mucha mentira" vertida durante el proceso independentista.