La operación está sujeta a la aprobación de las autoridades de competencia, según explicó la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Con esta adquisición CaixaBank recuperará el control del ‘servicer’ de sus activos inmobiliarios, lo que, subraya, “le permitirá una mayor flexibilidad y eficiencia en la gestión y comercialización de dichos activos así como una reducción de sus costes”.

El banco estima que la recompra del 51% de Servihabitat tendrá un impacto negativo de aproximadamente 15 puntos básicos (0,15%) en la ratio de capital de nivel 1 ordinario (‘CET1 fully loaded’) y de aproximadamente 200 millones de euros en la cuenta de resultados de 2018. En todo caso, apunta que en los próximos años se espera que genere un impacto positivo en la cuenta de resultados de aproximadamente 45 millones de euros anuales.