“Huyó de la persecución por razones de orientación sexual y llegó a España en 2016 por Melilla para pedir asilo tras sufrir las represalias y las amenazas que supone ser LGBT en Marruecos”, aseguró la asociación en un comunicado.

Actualmente, este migrante se encuentra en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zona Franca de Barcelona, aunque ya se ha agotado su tiempo de internamiento y en las próximas horas será deportado. Según Kifkif, el Gobierno de España no está teniendo en cuenta que la solicitud de asilo “aún está pendiente de resolverse en la Audiencia Nacional”.

La asociación LGTB justifica su petición en que, si esta persona regresara a Marruecos, se enfrentaría a una condena “de hasta tres años de prisión”. Por tanto, aseguran que de no no atender su solicitud se le condena nuevamente a vivir en el “ostracismo y a enfrentarse a la discriminación, la violencia y hasta la cárcel”.