En concreto, el banco británico señala un precio objetivo de Telepizza de 6,40 euros, con un alza de más del 8% sobre los precios a cierre de esta semana y BPI cifra el potencial de crecimiento del valor de las acciones de Telepizza en el 22%, hasta situarse en 7,20 euros

En su análisis, Barclays señala que el acuerdo con Pizza Hut es una palanca de crecimiento claro para Telepizza que le permite acceder a mercados en crecimiento a través de una marca fuerte como Pizza Hut, sobre todo en América Latina y América Central que son mercados infravalorados por las cadenas de pizzerías y donde la firma norteamericana es muy conocida.

El acuerdo proporciona opciones de crecimiento mucho mayores que las que conseguiría Telepizza de forma orgánica en esos mercados. Según Barcklays, proporcionará a Telepizza mayores opciones de rentabilidad y eficiencia al aprovechar la cadena de suministro integrada verticalmente entre ambas sociedades y las sinergias en los suministros a otros franquiciados y franquiciados principales de Pizza Hut, así como nuevas fusiones y adquisiciones y la entrada en nuevos mercados, como Argentina.

Por su parte, BPI cree que el acuerdo de master franquicia de Telepizza con Pizza Hut para Iberia, Latinoamérica (incluido el Caribe, excluyendo Brasil) y Suiza es estratégicamente positivo. El acuerdo debería acelerar el crecimiento internacional (particularmente en mercados nuevos o menos penetrados en Latinoamérica) y ser una fuente de diversificación geográfica adicional, abordando una de las preocupaciones clave del caso de inversión de Telepizza, como es la alta concentración en el mercado español.

A través de este acuerdo, Telepizza se convertirá en el master franquicia más grande de Pizza Hut a nivel mundial por cantidad de tiendas y operará como el proveedor autorizado de Pizza Hut en las regiones bajo el acuerdo, aprovechando su modelo de negocios integrado verticalmente que va a ser fuente de importantes sinergias operativas.

Esta alianza, señala el banco portugués, también podría verse como un movimiento defensivo en un contexto de mayor competencia y consolidación más amplia en el sector de restaurantes de comida rápida en todo el mundo, afectado por importantes operaciones de compra venta, como muestra el interés de inversores como 3G Capital (a través de su filial RBI, propietario de Burger King, Tim Hortons y Popeyes) por adquirir Domino's Pizza.