Iglesias hizo estas declaraciones en los pasillos del Congreso de los Diputados, donde se mofó de la tesis del PP de que los casos de corrupción son personales y no tienen que ver con el partido, y que para él son “caso aislado de corrupción más caso aislado de corrupción más caso aislado de corrupción…”.

Todo ello se resume en su opinión en que el PP es “el partido de los corruptos” que “ni siquiera está gobernando” sino que está “atrincherado en las instituciones apoyado por Ciudadanos y el PNV” y “cuando dejen de gobernar muchos dirigentes del PP acabarán entre rejas”.

Sobre la pretensión de que Zaplana, encarcelado e investigado por presuntamente haber guardado en el extranjero 10 millones de euros procedentes de comisiones, estaba aproximándose a Ciudadanos, Iglesias ironizó: “Debe de ser que Esperanza Aguirre era de Ciudadanos que Soria era de Ciudadanos, que Granados era de Ciudadanos, que Bárcenas era de Ciudadanos. A lo mejor mañana nos enteramos de que la vicepresidenta era también de Ciudadanos”.

Soraya Sáenz de Santamaría se mofó poco antes, también en los pasillos del Congreso, de que Iglesias se ha metido “en un bucle” con la compra del chalé de 600.000 euros en Galapagar (Madrid) y la consulta a los inscritos de Podemos sobre si él y su pareja y portavoz en la Cámara Baja, Irene Montero, deben seguir en su puesto después de la adquisición.

Él se reafirmó en la conveniencia de someter su cargo a la opinión de los inscritos, y cree que el secretario de Finanzas de Cs, Carlos Cuadrado, debería hacer lo propio tras conocerse que tiene sus cuentas bloqueadas en Brasil por un litigio judicial en torno a un impago de 400 euros.