Según informó este lunes la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, las investigaciones tuvieron su origen inicialmene en los dispositivos preparados para prevenir el robo de cable de cobre. Varios agentes de Mejorada inspeccionaron una chatarrería en busca de cable robado o de algún indicio en este sentido, y sospecharon de dos hombres que estaban desguazando un vehículo de alta gama que estaba en perfecto estado.

Cuando los agentes inspeccionaron el coche, comprobaron que interiormente presentaba síntomas de sustracción, pero que no estaba denunciado como tal. La exhaustiva inspección del desguace permitió descubrir gran cantidad de piezas y placas de matrícula y centralitas pertenecientes a 13 coches diferentes.

Según el Instituto Armado, todo el material hallado corresponde a vehículos de alta gama, de la misma marca y modelo, que habían sido robados. Poco después se encontraron una máquina retroexcavadora y una furgoneta, también robadas en la Comunidad de Madrid.

Esta intervención policial ha supuesto, según la Guardia Civil, el descubrimiento de una técnica delictiva con la que los detenidos pasaban desapercibidos ante los controles policiales. Tras robar coches de la misma marca y modelo, los delincuentes compraban otros vehículos siniestrados de similares características con el fin de utilizar sus números de bastidores y matriculas en los robados, teniendo así un vehículo licito para su uso.