En su intervención en la Junta General de Accionistas de la petrolera, Brufau explicó que el petróleo debe evolucionar en función de “las reglas de mercado y no de situaciones geopolíticas”.

En cuanto a la evolución al alza del precio del crudo de los últimos meses, destacó que se ha producido porque “la economía ha funcionado mejor y las reglas de la oferta y la demanda se han estabilizado” y se están reduciendo los stocks.

Además, destacó que 2017 fue “muy buen año” para Repsol, porque “la economía mundial y española en particular han estado funcionando muy bien” y porque la compañía ha logrado “los máximos niveles de eficiencia y generación de valor”.

Por su parte, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, se felicitó porque Repsol ha conseguido “ser una compañía más eficiente, flexible, innovadora y comprometida con el medio ambiente y la sociedad”.

En especial, destacó el hecho de que haya sido capaz de crear valor con un precio medio del barril de 40 dólares o incluso por debajo.

En esta línea, valoró que en 2017 la compañía obtuviera un beneficio neto de 2.121 millones de euros, cuantía superior a la lograda en 2014 con el barril a 100 dólares.

También se refirió a la reciente subida por la tensión en Irán. “No es bueno porque no es sano”, dijo Imaz, quien añadió que “nos gusta que crezca por sus fundamentales”.

Asimismo, advirtió de que “un excesivo tensionamiento puede tener consecuencias que no son buenas desde el punto de vista de la demanda o en los negocios de Downstream”.

En cuanto a la reciente venta del 20% de su participación en Gas Natural Fenosa por 3.800 millones de euros, señaló que “nos abre la puerta a nuevas oportunidades de crecimiento para la compañía”.

Por último, anunció que Repsol va a presentar una nueva actualización de su estrategia durante el mes de junio para, entre otras cosas, “seguir ofreciendo a los accionistas una remuneración competitiva, creciente y sostenible”.