En una declaración institucional en el Salón de Tapices del Palacio de La Moncloa, Rajoy informó de que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, convocará próximamente una reunión del Pacto Antiterrorista, un foro que ha de ser “el elemento de unidad de todos los que creemos en la democracia, la Justicia y en España”.

Rajoy dedicó buena parte de su intervención al recuerdo de las 853 personas asesinadas por ETA a lo largo de 50 años. “Me gustaría poder citar aquí por su nombre a cada una de ellas”, admitió, antes invitar a las sociedad española a recordarlas “una a una en la singularidad irrepetible de sus vidas arrebatadas”.

“Es obligado que nuestro primer pensamiento sea para las víctimas, para todas sin excepción y sin categorías, porque no hay lugar para las justificaciones ni excusas ni nada que justifique tanto dolor ni tanta impunidad”, valoró Rajoy, al tiempo que rechazó que lo asesinos sean hoy protagonistas de nada.

FRACASO INAPELABLE

En palabras del jefe del Ejecutivo, la banda terrorista empezó a ser derrotada “cuando la democracia española fue capaz de mirar a los ojos a las víctimas, escuchar su voz y reconocerse en ellas”. “El relato que quedará para siempre es el del fracaso inapelable de un proyecto corrompido por la violencia frente a la grandeza de la democracia”, apuntó.

Constató que ETA “ha reconocido por fin, después de 50 años, que toda su historia ha sido un fracaso”, sin lograr ninguno de los objetivos que se marcó en su larga historia criminal. En este sentido, hizo especial hincapié en que los terroristas no van a conseguir “nada” por anunciar su disolución, igual que no lograron ningún rédito por dejar de matar.

Así las cosas, prometió que los crímenes de ETA se seguirán investigando, sus delitos se seguirán juzgando y las condenas se seguirán cumpliendo. “No hubo ni habrá impunidad, nada les debemos y nada tenemos que agradecerles porque ahora asuman que abandonan definitivamente la violencia”, sentenció.

Tras lamentar que ETA haya tardado “demasiado tiempo” en reconocer su derrota, reconoció “la labor infatigable” de las Fuerzas de Seguridad del Estado, el “tesón” de jueces y fiscales en la lucha antiterrorista, así como la tarea desarrollada por los medios de comunicación y muchas organizaciones cívicas, que “animados por el coraje de sociedad española y por la dignidad de las víctimas han sido determinantes en la derrota de ETA”.

Igualmente, hizo una especial mención a la Corona, por haber estado “siempre comprometida con la democracia y siempre cercana a las víctimas”. Asimismo, se acordó de los expresidentes del Gobierno que “se desvivieron” en la lucha contra el terrorismo, sufriendo “indignación y dolor”. “Esta jornada también es de ellos, porque su labor tan ingrata y poco reconocida durante años rinde hoy sus frutos”, remarcó.

UNIDAD DE LOS DEMÓCRATAS

En la derrota de ETA, prosiguió Rajoy, ha sido “fundamental” la unidad de los demócratas, ya que “todas las formaciones políticas supimos estar unidas frente a los asesinos y sus cómplices”. Todo ello le llevó a decir con rotundidad que “la democracia española ha vencido a ETA” y que ésta es una victoria “patrimonio de todos”.

Aun así, reseñó que hoy “no es un día de celebración”, ya que “desaparece ETA, pero no desaparece el daño que ha causado ni el dolor irreparable que tantas veces ha sembrado”. Por eso, valoró que en esta jornada tampoco se debe “pasar página ni bajar los brazos” y que lo que hay que hacer es velar para que “nada de esto vuelva a suceder y que nadie intente reescribir este pasaje de nuestra historia” que protagonizan las víctimas.

En todo caso, admitió que hoy sí es un día para “mirarnos con satisfacción como país y sociedad, valorar nuestra perseverancia, nuestro coraje y nuestra fe democrática frente al terror”. España, remachó Rajoy, es una “gran nación” que sabe hacer frente a quienes pretenden romper la convivencia en paz de los españoles.