Fuentes institucionales celebran que los actos del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid, hayan transcurrido con cierta “normalidad” a pesar de que la sombra de Cifuentes haya estado presente en todo momento. La consigna ahora es seguir trabajando pese a que lo que ha ocurrido en las últimas semanas es “grave”.

Justo hace una semana que Cifuentes se despidió de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. La publicación de un vídeo en el que es retenida por un agente de seguridad tras haber robado presuntamente unas cremas en un supermercado precipitó una renuncia que ya se pedía dentro y fuera del PP desde que hace más de un mes salieran a la luz supuestas irregularidades en torno a su Máster en Derecho Autonómico.

Ángel Garrido, que hasta el adiós de Cifuentes ejercía como Consejero de Presidencia y de Justicia y 'número dos' de la región, hizo este miércoles un discurso ante el auditorio aglomerado en la Real Casa de Correos en el que eludió nombrar a su antecesora. Lo hizo, según las mismas fuentes, porque era el momento de tener un “perfil institucional” de presente y, si así lo estima Rajoy, también de futuro.

En todo caso, Garrido es consciente de que la decisión la tomará la cúpula del PP y que será el presidente del Gobierno y del PP quien marque los tiempos. El sentimiento de incertidumbre sobre el quién asumirá la Presidencia de la región y el liderazgo en el PP madrileño se extiende a otros miembros del partido, que reconocen que quien tiene la primera y última palabra en este asunto es Rajoy.

En privado, además de Garrido, los populares pronuncian los nombres de Enrique Ossorio, Alfonso Serrano, Juan Antonio Gómez-Angulo, Carlos Izquierdo o Rosalía Gonzalo como perfiles propicios para una Presidencia “interina”, hasta que en verano se presente una candidatura “potente” con visos a ganar las elecciones autonómicas de 2019.

En cuanto al PP de Madrid, cada vez hay más voces que ven en una gestora la solución para este momento en el que toca “echar los restos” para recobrar “la marca PP” en un bastión que los populares no pueden permitirse perder. Por ello, la dirección nacional se volcará en Madrid, independientemente de que vayan o no a tener alguna responsabilidad orgánica en esta comunidad a futuro.

La fuentes consultadas subrayan que se antoja imprescindible la “regeneración de capital humano” en Madrid. Ha llegado la hora, sostienen, de vender la gestión e “intentar cambiar de tercio”. “Quién y cómo es secundario”, dicen desde la cúpula del partido, evitando apostar por uno u otro candidato y relegando en todo caso la decisión a Rajoy.

Entre los asistentes, acapararon la atención mediática la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; y la ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Ambas acompañaron al actual presidente en funciones en los actos oficiales, pero abandonaron la Real Casa de Correos tras el tradicional desfile militar.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tampoco se quedó al cóctel posterior y se limitó a la parte más institucional, aunque sí se detuvo para lanzar un mensaje en clave electoral: pidió al “principal aliado” del PP, en referencia a Ciudadanos, que “no bloquee la necesaria regeneración que necesita Madrid”.

Ciudadanos, la pieza necesaria para que el PP pueda seguir en el poder al menos un año más, estuvo representado por su portavoz en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, y por la del Ayuntamiento, Begoña Villacís. Este miércoles reafirmó que su formación trabajará para que “no haya más sobresalto” y acabar la legislatura, aunque el acuerdo firmado con el PP para investir a Cifuentes ya esté “roto”.

El diputado de Unidos Podemos y aspirante a candidato a la Presidencia de la región, Íñigo Errejón, también se dejó ver por la Puerta del Sol, donde demandó a C's que “abandone el sectarismo”, reflexione sobre su posición, y “acuerde la posibilidad de tejer un gran acuerdo por la renovación democrática” en la Comunidad de Madrid.