El portavoz del Gobierno y ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, lanzó este mensaje en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros después de que el Tribunal Constitucional haya confirmado esta semana que Puigdemont no puede someterse a una investidura al encontrarse huido de la Justicia por los presuntos delitos cometidos en el desafío independentista que encabezó en otoño del año pasado.

Méndez de Vigo destacó que tanto el Tribunal Constitucional como los letrados del Parlamento de Cataluña y el Consell de Garantías de la propia Generalitat “van en la misma dirección” sobre una investidura de Puigdemont y, por lo tanto, “cierran las puertas de forma definitiva a que sea investido una persona que esta fugada de la Justicia fuera de nuestras fronteras”.

A su juicio, “no tiene mucho sentido que alguien que ha huido de la Justicia de ese Estado pueda representar al Estado en una comunidad autónoma” y recordó que el trabajo de un presidente autonómico consiste en gestionar desde su despacho o ir personalmente al control de la oposición en el Parlamento, cosa que Puigdemont no podría cumplir al encontrarse en Alemania a la espera de ser extraditado a España por los presuntos delitos cometidos.

Méndez de Vigo manifestó que es “de ciencia ficción” pensar que Puigdemont podría gobernar Cataluña “a 3.000 kilómetros de distancia” y estando fugado de la Justicia. “Es que no cabe en cabeza humana”, sentenció. “Hay que volver a la realidad, que es la que es”.

Además, recordó que “el reloj ha comenzado a correr” para la repetición de elecciones en Cataluña en el caso de que los partidos no se pongan de acuerdo para elegir un nuevo presidente. Reiteró que al Ejecutivo “le gustaría que hubiera un presidente investido, que se pudiera dialogar en el respeto de la ley y que sea un gobierno de todos los catalanes y no solo de una parte” para tratar asuntos como un nuevo sistema de financiación autonómica.

Méndez de Vigo se refirió también a la reforma legal que el Parlamento de Cataluña pretende llevar a cabo para facilitar que Puigdemont fuera investido presidente desde el extranjero y advirtió de que el Gobierno de España “recurrirá cualquier fraude de ley”, por lo que recomendó a los partidos separatistas que “se acomoden” a la ley y “no hagan cosas extrañas porque ya saben cuál va a ser la reacción” de La Moncloa.