En 2014, el año que catapultó a Podemos como uno de los partidos emergentes con mayor proyección tras conseguir cinco escaños en las elecciones al Parlamento Europeo, entre los que figuraba el actual secretario general, Pablo Iglesias, Carolina Bescansa era uno de los rostros femeninos más visibles en la organización. En el cónclave de Vistalegre 1 (octubre de 2014) formó parte del núcleo central de ese encuentro, junto a Juan Carlos Monedero, Luis Alegre, Tania González, Errejón e Iglesias.

En las primeras elecciones generales a las que concurrió Podemos, las del 20 de diciembre de 2015, Bescansa fue la ‘número dos’ de la lista por la circunscripción por Madrid al Congreso de los Diputados, situándose por delante de Íñigo Errejón y de la actual portavoz del partido, Irene Montero. Podemos cuenta con la obligación estatutaria de elaborar listas cremallera.

Pero las diferencias estratégicas con la actual dirección del partido se pusieron de manifiesto durante la polémica que se generó en las listas que iban a presentarse en el congreso de Vistalegre 2, en febrero de 2017. Bescansa, que era secretaria de Análisis Político en Podemos, llegó incluso a presentar junto a Nacho Álvarez, responsable de Economía por aquel entonces, un espacio de pensamiento y reflexión en el partido -que denominaron Colectivo Mayo 2011- para propiciar el encuentro entre las diferentes sensibilidades del partido, fundamentalmente entre las listas que se enfrentaron en este cónclave: la de Iglesias y la de Errejón.

Días más tarde renunció a formar parte de la dirección del partido y desde entonces ha quedado relegada a un segundo plano. Lo mismo que le ocurrió a Errejón, que fue apartado de la portavocía del Congreso tras perder contra Iglesias en Vistalegre 2.

Ahora, las ambiciones de Bescansa han salido a la luz tras la filtración de una “propuesta-borrador” en la que proponía a Errejón una estrategia conjunta para destronar a Iglesias del liderazgo de Podemos y postularse, con el apoyo del ahora aspirante a candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, como cabeza de lista a las elecciones generales de 2020.

Después de que el propio Errejón le ofreciera el pasado lunes ir de ‘número dos’ en la candidatura por Madrid, él mismo declaró que el descuido de Bescansa con el borrador, que según ella redactó su equipo, le quitaba a la exdirigente toda posibilidad para concurrir en la Comunidad de Madrid. Las responsabilidades sobre su futuro, dijo Errejón, quedan ahora en manos de la dirección estatal de Podemos.

Según indicaron fuentes de la dirección a Servimedia, desde Podemos están “esperando” a que sea la propia Bescansa la que “asuma responsabilidades” y llegue a dejar el partido morado tras un escándalo que ha dejado entrever sus aspiraciones para desbancar a la actual dirección.

Las rencillas internas en el partido morado han quedado patentes de nuevo en plena polémica por la supuesta falsificación de un máster por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Una crisis que el propio partido no ha sabido gestionar de puertas para afuera y que Iglesias trató de zanjar este jueves sellando la paz entre Errejón y el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar. Finalmente ambos estarán en una lista “de unidad” encabezada por Errejón, en la que Espinar será el ‘número tres’. El segundo puesto queda reservado para una mujer afín a Errejón.

Ahora, teniendo en cuenta que el partido morado sí pide al unísono la dimisión de Cristina Cifuentes, parece más factible, antes de que eso pueda llegar a producirse, la salida de Bescansa de Podemos.