El análisis señala que el Estado oferta tres tipos de contratos. Un contrato ‘junior’ y otro intermedio ofrecido ambos por Juan de la Cierva Formación y uno senior por Ramón y Cajal. Este último “hasta hace poco” y según señala el FJI-Precarios, “garantizaba la estabilización laboral. Los criterios para acceder a cualquiera de estos contratos son haber pasado diez años de formación y contar con “unos méritos de investigación excelentes”. “Una exigencia del más alto calibre que ha ido aumentando a la vez que disminuía el poder adquisitivo de estos salarios”, señalan los investigadores en nota.

“En todos los contratos actuales se ha demostrado un notable descenso del poder adquisitivo de los investigadores: los salarios de los contratos Juan de la Cierva Formación han perdido un 17% de poder adquisitivo desde 2008, los Juan de la Cierva-Incorporación un 17,5% y los Ramón y Cajal un 21,5%. Es importante recalcar que en estos contratos no hay complementos de ningún tipo, por ejemplo por méritos de investigación, por manipulación de sustancias peligrosas o por desplazamiento a distintas comunidades: la única fuente de ingresos del/ de la investigador/a postdoctoral es el salario del contrato”, explican los investigadores en nota.

Desde la Federación de Jóvenes Investigadores exigen que se “aumente el número de contratos postdoctorales ofertados por el Gobierno”, que “los salarios de estos contratos sean actualizados cada año dependiendo de la subida del IPC”, que “el sueldo mínimo de un investigador postdoctoral sea de al menos 24.000 euros brutos anuales” y que estas demandas se hagan “efectivas” durante el 2018.