Biodiversidad
Uno de cada cinco tramos de carreteras andaluzas es de alto riesgo para el lince ibérico
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Un estudio publicado en 'Animal Biodiversity and Conservation' concluye que de los 7.384 kilómetros evaluados a lo largo de la geografía andaluza, 1.395, casi el 20%, han sido calificados como de alto riesgo para la supervivencia del lince ibérico. Un total de 53 linces murieron el año pasado, la mitad de ellos atropellados, según datos de Iberlince.
La investigación, en la que ha participado la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ha partido del algoritmo MaxEnt, capaz de conjugar variables como la intensidad del tráfico, la velocidad media o el tipo de vegetación cercana, para determinar que el 18,9% de los kilómetros evaluados en Andalucía se califican de alto riesgo para esta especie protegida.
El estudio destaca el gran número de tramos potencialmente peligrosos identificados en el entorno de Doñana, las áreas de sierra de Huelva y Sevilla y el tramo de la A4 a la altura de Andújar.
“El modelo nos ha indicado otro tramo de la misma autovía, a su paso por La Carolina y Santa Elena, una buena predicción ya que recientemente han comenzado a detectarse atropellos en este lugar”, destacó Germán Garrote, autor principal del trabajo e investigador del grupo Biología Evolutiva y de la Conservación de la UCM y del proyecto Life +Iberlince.
Aunque el trabajo es una primera aproximación, la potencialidad del algoritmo en esta aplicación es considerada “prometedora” por sus artífices.
“Esta metodología puede ser una herramienta clave a la hora de evaluar las futuras áreas de reintroducción del lince ibérico. Permite conocer a priori si las carreteras que se encuentran en la zona seleccionada para la reintroducción pueden o no ser peligrosas para el felino”, subrayó Javier Fernández López, coautor y colaborador del departamento de Zoología y Antropología Física de la UCM e investigador del Real Jardín Botánico.
Sobre su aplicación al resto del país, Garrote dijo que “aunque sería interesante y necesario dado el contexto de expansión actual del lince ibérico, supone un problema por la heterogeneidad existente entre las diferentes comunidades autónomas a la hora de la toma de datos”.
Fernández López añadió que en muchas carreteras los datos sobre la intensidad de tráfico o la velocidad media de los vehículos no existen o, en caso afirmativo, no siempre se consiguen fácilmente.
Otra de las ventajas de la aplicación de este algoritmo es que los puntos negros identificados para el lince también lo son para otras especies amenazadas pero menos atendidas por las administraciones, como el gato montés o el tejón. “De nuevo, la protección del lince ibérico hace un efecto paraguas para otras especies que conviven en su hábitat”, reconoció Garrote.
Según datos de Iberlince, un total de 53 linces murieron en España durante 2017, y más de la mitad fueron víctimas de atropellos. “Muchos de los vallados perimetrales de las autovías se instalaron hace décadas y están en malas condiciones, permitiendo el paso de cualquier animal a la vía y suponiendo un peligro para el conductor también”, denunció el biólogo de la UCM.
(SERVIMEDIA)
10 Abr 2018
MAN/caa