Según informó la Policía, el conductor del camión, que portaba más de 177.000 euros en efectivo, ha sido arrestado. La droga iba camuflada entre la carga del camión y simulaba ser parte de un envío de losas de cerámica y paneles de aluminio. Los falsos palés que contenían el hachís eran cubos huecos con una sola fila de losas y paneles que rodeaban el estupefaciente.

La localización de este alijo de droga se produjo gracias a la estrecha colaboración de la Policía Nacional con la NCA británica. Esto permitió a los agentes españoles tener conocimiento de la existencia de un grupo de narcotraficantes afincado en la costa sur de España dedicado al transporte y distribución de hachís a diferentes países europeos, especialmente el Reino Unido.

SIN DOCUMENTACIÓN

La organización camuflaba la sustancia en transportes legales y regulares con tránsito hacia Europa, utilizando sistemas de embalaje y ocultación para dificultar la detección policial.

Tras varias gestiones, los investigadores detectaron un nuevo cargamento e identificaron un camión de gran tonelaje que iba a ser utilizado como medio de transporte, siendo localizado en un polígono industrial de la provincia de Almería.

Los agentes interceptaron el vehículo antes de que comenzara su travesía hacía Europa y comprobaron que el camión carecía de cualquier tipo de documentación que acreditase la procedencia de la mercancía que estaba transportando, por lo que había sido cargada recientemente.

Tras registrar el semirremolque, los investigadores comprobaron que la carga eran losas de cerámica y paneles de aluminio y localizaron ocultos 273 fardos de hachís con un peso total de ocho toneladas. La droga iba oculta en el interior de falsos palés que eran cubos huecos, con una sola fila de losas y paneles rodeando el hachís, por lo que fue necesario desmontarles por completo para su detección.