Así se expresó el sindicato en una nota de prensa, en la que reclamó mayor vigilancia y control por parte de la Inspección de Trabajo para detectar estas formas de subempleo.

De hecho, UGT destacó que el último informe anual de la Inspección de Trabajo refleja un aumento de las infracciones de las empresas en esta materia, que han hecho incrementar el empleo aflorado en un 100,92% durante 2016.

A este respecto, este sindicato señala que el 57,3% de los trabajadores y trabajadoras con contratos a tiempo parcial, es decir, 6 de cada 10, lo hace de manera involuntaria, según la EPA del cuarto trimestre de 2017.

Frente a esta circunstancia tan mayoritaria, el resto de opciones, que deberían ser las que dieran sentido a la naturaleza del contrato a tiempo parcial, son las menos. En este sentido, solo el 7,3% de los ocupados a jornada parcial alega su utilización porque sigue cursos de enseñanza o formación, y un 10% dice que es para atender el cuidado de niños, enfermos o mayores.

Este modelo de contratación repercute en mayor medida a las mujeres, que ocupan el 73,9% de los contratos a tiempo parcial y, por tanto, son las que más afectadas se están viendo por el subempleo.

Además, el sindicato advierte de que este reparto involuntario del trabajo está llevando a una reducción del número de horas efectivamente trabajadas por cada ocupado, que ha caído en 81,9 horas al año desde 2002, en 29,9 horas desde 2008 e, incluso, en 10,9 horas desde 2013, pese al crecimiento económico registrado de 2014 a 2017. Por todo ello, concluye que "este es un reparto del empleo ineficiente, puesto que implica un aumento del llamado subempleo y, en definitiva, del empleo precario y poco productivo".