La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, afirmó que estos descensos respecto al estudio anterior de 2011, del 47,7% y el 39% respectivamente, son “bastante alentadores”. Según explicó, en período diurno el límite de lo excesivo se sitúa en los 65 decibelios, y, en período nocturno, en 55.

En términos absolutos, esto significa que más de 63.000 personas han dejado de estar expuestas a un ruido excesivo durante el día y más de 188.000 de estarlo durante la noche, con lo que el 97,8% de la población está expuesto a niveles reglamentarios de ruido durante el día y el 90,7% durante la noche. No obstante, Sabanés reconoció que “esto no quiere decir que el problema esté resuelto”.

El Ayuntamiento midió a lo largo de 2016 los niveles del ruido producido por el tráfico y por las infraestructuras ferroviarias con un tráfico inferior a 30.000 trenes al año, porque el análisis de las que registran uno superior corresponde a Adif. Según el director general de Sostenibilidad, José Amador, en el estudio trabajaron 25 técnicos, 31 estaciones medidoras fijas , 16 móviles y cinco vehículos instrumentados, que realizaron un 50% más de mediciones que en 2011.