En paralelo, apuesta por eliminar todas las subvenciones nacionales existentes al carbón, al tiempo que pide elaborar planes de transición justa de acuerdo con lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En cuanto a las nucleares, explica que, si no se amplía su vida útil, en 2024 sería cuando cerraría la última.

Además, el documento apuesta por actuar prioritariamente sobre la demanda como vía para mejorar la gestión del sistema eléctrico

Apunta también que la política fiscal se convierte en herramienta fundamental y, entre otras medidas, considera que debe incorporar en el IBI las ineficiencias energéticas de los edificios.

Como objetivos, se fija reducir el consumo de petróleo de un 50% a un 22% en 2030, la dependencia del 83% al 50% y las emisiones de 2015 un 59%.