De esta manera, las ventas de las grandes compañías moderaron su ritmo de crecimiento respecto a diciembre, cuando el alza fue del 3,7%, por lo que el organismo indicó que el origen de la desaceleración se encuentra en el menor crecimiento de las ventas interiores, que en los dos últimos meses de 2017 experimentaron un ligero repunte.

En concreto, las ventas interiores crecieron en enero, respecto al mismo mes del año anterior, un 3,3%, tres décimas menos que la tasa observada en diciembre.

Por destinos, fueron las ventas dirigidas a consumo en las que se detectó una cierta moderación en relación a noviembre y diciembre. En las ventas de capital se produjo un elevado crecimiento en enero, tanto en equipo y software con una mejora sobre las tasas ya altas de finales de 2017, como en la construcción y actividades inmobiliarias.

Respecto a las exportaciones, aumentaron en enero a un ritmo similar al de los meses anteriores, si bien estos crecimientos eran inferiores a los que habían registrado a lo largo de todo el año 2017. El comportamiento fue similar en las ventas dirigidas a la UE y las que van a países terceros, siendo éstas las que mostraron un mayor dinamismo.