En rueda de prensa en la Cámara Baja, el portavoz parlamentario de los populares defendió que este tipo de conductas suponen una “ofensa para muchísimos ciudadanos” y que una cosa es la libertad de expresión y otra “la ofensa de forma deliberada”.

Enric Stern y Jaume Roura quemaron en 2007 una foto de gran tamaño de los Reyes durante una protesta antimonárquica en Girona en vísperas de la visita del rey Juan Carlos a la ciudad. La Audiencia Nacional los condenó a una multa de 2.700 euros para eludir la prisión por un delito de injurias a la Corona y en 2015 el Tribunal Constitucional desestimó el recurso de amparo de los acusados.