En una entrevista en la Cope recogida por Servimedia, Vila defendió que PDECat y ERC se están moderando y que proponer a un preso preventivo como Jordi Sánchez para presidir la Generalitat es sólo un “gesto” para intentar salvar la legislatura.

A su juicio, la figura de Sánchez, que está pendiente de que el Tribunal Supremo le deje salir de prisión para ser investido, “sirve para mantener la memoria, porque hay todavía heridas abiertas y sangrantes de la anterior legislatura”.

Al mismo tiempo, este exconsejero sostuvo que el Gobierno debe tener en cuenta que “tiene que haber una proporción entre crimen y castigo”, en referencia a las causas judiciales abiertas por los procesos judiciales abiertos por el proceso independentista en Cataluña. Según Vila, su planteamiento no es “que no haya que asumir responsabilidades”, pero “tiene que haber un consenso en la convivencia”.

CUESTIONA EL APOYO DE LA CUP

En cuanto a la salida para la situación en Cataluña, este exconsejero defendió que “el Gobierno tiene que rectificar y no seguir con el inmovilismo político, tienen que argumentar que quieren que Cataluña se quede”.

Añadió que la conclusión que se puede sacar del proceso independentista y de sus consecuencias legales es que “se pueden defender las ideas, pero no fuera del ordenamiento constitucional”.

Por último, Vila estimó que ERC y PDECat tienen la necesidad de coger las riendas de la Generalitat y gobernar, pero advirtió de que, desde su experiencia, no tienen que permitir que el voto radical de la izquierda, en referencia a la CUP, sea decisivo, porque este partido “alteró la legislatura anterior”.