Durante su participación en el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Garzón aseguró que el Gobierno que preside Juan Manuel Santos da garantías a nivel jurídico, político y económico para las inversiones nacionales y extranjeras.

Aseguró un “camino de tranquilidad” para las inversiones, porque el Estado luchará contra la corrupción, y abogó por que se denuncie si alguien tiene conocimiento de esa práctica. Es la hora, dijo, de afianzar una “ética empresarial”, porque también es parte de la lucha contra la criminalidad y el terrorismo.

En este sentido, el ex sindicalista instó a que “se afiancen las políticas de responsabilidad social empresarial” y se busquen mecanismos para que se puedan desarrollar estas prácticas de manera conjunta con el Estado y relacionar en así lo estatal y lo público. “El éxito de la democracia radica en una alianza estratégica de lo público y lo privado”, agregó.

El vicepresidente colombiano insistió en que el país goza de “toda la garantía” en materia jurídica para las inversiones, hasta el punto de asegurar a los empresarios presentes que “pueden estar seguros” de que no van a cambiar las leyes, sino que se van a consolidar los pasos ya iniciados para hacer de Colombia un país de progreso.

En clave económica, Garzón recordó los dos “retos” fijados por el Gobierno, que pasan por disminuir la tasa de desempleo “a un dígito”, con la creación de tres millones de empleos, de los que 2,5 serían nuevos y el otro medio millón serían trabajos decentes con salario digno, y disminuir” los niveles de pobreza y miseria, sacando a siete millones de personas de la miseria y a cuatro de la pobreza.

Para ello, el Ejecutivo busca garantizar que el crecimiento anual de Colombia sea del 5% del PIB basándose en el control del gasto público y en la “prudencia” en el endeudamiento externo.

El vicepresidente colombiano indicó que desde el Gobierno no ocultan los “problemas” con las guerrillas, el narcotráfico, el terrorismo y la corrupción, así como sus consecuencias económicas, de la misma manera que no ocultan “la decisión política del Estado de combatir” todas estas lacras.