En un comunicado conjunto de ambos organismos, advierten de que, hasta la fecha, ninguna emisión de criptomoneda ha sido registrada, autorizada o verificada por ningún organismo supervisor en España. Esto, señalan, implica que “no existen criptomonedas ni ‘tokens’ emitidos en ICOs cuya adquisición o tenencia en España pueda beneficiarse de ninguna de las garantías o protecciones previstas en la normativa relativa a productos bancarios o de inversión”.

Así, explican que estos fenómenos no son particulares de España sino que se están produciendo en muchos países y tienen una dimensión internacional clara, ya que las criptomonedas se ofrecen a través de Internet de forma global y es común que su emisión y comercialización afecte a varias jurisdicciones

De esta forma, los dos supervisores advierten que las criptomonedas, entre las que destacan como máximo exponente al ‘bitcoin’, no están respaldadas por un banco central u otras autoridades públicas, tienen una circulación muy limitada, y tienen fuertes oscilaciones en su valor, “por lo que no pueden considerarse un buen depósito de valor ni una unidad de cuenta estable”.

En este mismo sentido, destacan que las fuertes revalorizaciones experimentadas por algunas de estas criptomonedas “reflejan patrones propios de burbujas especulativas, acompañadas de variaciones extremas en sus precios”.

Como ejemplo, recuerdan que el valor medio del ‘bitcoin’ en las principales plataformas en las que se negocia se incrementó en 2017 pasando de aproximadamente 850 euros por unidad a comienzos de año a más de 16.000 euros a mediados de diciembre, mientras que desde entonces su tendencia ha sido descendente, con caídas en un solo día de hasta un 20%.

Debido a estos riesgos, los dos organismos consideran “esencial que quien decida comprar este tipo de activos digitales o invertir en productos relacionados con ellos considere todos los riesgos asociados y valore si tiene la información suficiente para entender lo que se le está ofreciendo, ya que en este tipo de inversiones existe un alto riesgo de pérdida o fraude”.