Los osos polares cazan menos focas por el deshielo del Ártico

- Deben recorrer distancias más largas y gastan más energía de la que consumen

MADRID
SERVIMEDIA

El aumento de la pérdida de hielo marino en el Ártico debido al calentamiento global provoca que los osos polares no puedan cazar suficientes focas para satisfacer sus altas tasas metabólicas, puesto que en primavera suelen gastar más energía de la que consumen y, en consecuencia, pierden masa corporal.

Ésta es la principal conclusión de un estudio realizado por nueve investigadores norteamericanos y liderado por Anthony Pagano, del Servicio Geológico de Estados Unidos y de la Universidad de California en Santa Cruz. El trabajo ha sido publicado en la revista ‘Science’.

“Hemos estado documentando descensos en las tasas de supervivencia del oso polar, la condición corporal y el número de poblaciones en la última década”, apunta Pagano, quien añade: “Este estudio identifica los mecanismos que están impulsando esas disminuciones al observar las necesidades energéticas reales de los osos polares y la frecuencia con la que pueden atrapar focas”.

Los investigadores analizaron el comportamiento, el éxito de caza y las tasas metabólicas de nueve hembras adultas de osos polares sin cachorros mientras capturaban presas en el hielo marino del mar de Beaufort durante las primaveras de 2014, 2015 y 2016, la mejor época del año para cazar.

A través de collares GPS, registraron vídeos, ubicaciones y niveles de actividad durante un periodo de ocho a 11 días, mientras que los trazadores metabólicos (a través de muestras de sangre y orina) permitieron a los científicos determinar cuánta energía consumieron las osas.

MÁS TASA METABÓLICA

Los datos apuntan que el metabolismo de estos animales es más de un 50% superior a lo que se pensaba. Cinco de las nueve osas rastreadas perdieron masa corporal, lo que significa que no estaban cazando suficientes presas de mamíferos marinos ricos en grasa para satisfacer sus demandas de energía.

"Esto fue al comienzo del periodo de abril a julio, cuando los osos polares atrapan a la mayoría de sus presas y adquieren la mayor parte de la grasa corporal que necesitan para mantenerse durante todo el año", recalca Pagano.

El cambio climático está teniendo efectos dramáticos en el hielo marino del Ártico, puesto que disminuye a una media del 14% por década. Esto obliga a los osos polares a desplazarse a mayores distancias y dificulta la captura de sus presas. En el mar de Beaufort, el hielo marino comienza a alejarse de la plataforma continental en julio y la mayoría de los osos se desplazan hacia el norte sobre el hielo mientras se va retirando.

A medida que el Ártico se calienta y se derrite más hielo marino, los osos tienen que moverse distancias mucho más grandes que antes, lo que hace que gasten más energía durante el verano, cuando ayunan hasta que en otoño vuelve el hielo a la plataforma continental.

En otras áreas, como la bahía de Hudson, la mayoría de los osos se trasladan a la tierra cuando el hielo marino se retira. Allí, el calentamiento del Ártico supone que el hielo marino se derrita más temprano en el verano y regrese más tarde en el otoño, forzando a los osos a pasar más tiempo en la tierra.

Estudios previos habían intentado calcular las tasas metabólicas del oso polar y los gastos de energía basados en algunas suposiciones sobre su comportamiento y fisiología. Por ejemplo, dado que los osos polares son principalmente cazadores de ‘sentarse y esperar’, se pensó que esto minimizaría su energético durante la caza. "Descubrimos que los osos polares en realidad tienen demandas de energía mucho más altas de lo que se había predicho. Deben capturar una gran cantidad de focas", precisa Pagano.

En la primavera, los osos polares se alimentan principalmente de focas anilladas recientemente destetadas, que son más susceptibles de ser atrapadas que las focas adultas. Para el otoño, las focas jóvenes son más mayores y más sabias, y los osos polares no pueden atrapar a tantas. "Se cree que los osos podrían atrapar a un par por mes en el otoño, en comparación con cinco a 10 por mes en la primavera y el comienzo del verano", precisa Pagano.

UN 40% MENOS EN LA ÚLTIMA DÉCADA

Los investigadores del Servicio Geológico de Estados Unidos han estado estudiando osos polares en el área del mar de Beaufort desde la década de 1980. Su cálculo de población más reciente indica que la población de osos polares ha disminuido en aproximadamente un 40% en la última década. "Ahora tenemos la tecnología para aprender cómo se mueven sobre el hielo, sus patrones de actividad y sus necesidades energéticas, para que podamos comprender mejor las implicaciones de estos cambios que estamos viendo en el hielo marino", apunta Pagano.

El oso polar figura como ‘vulnerable’ en la Lista Roja de Especies en Peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y como ‘amenazado’ en la Ley de Especies en Peligro de Estados Unidos. Si el hielo marino del Ártico sigue disminuyendo al ritmo actual, se prevé que la población mundial de osos polares caiga hasta en un 30% en los próximos 30 años.

Hoy en día se calcula que hay aproximadamente 23,000 osos polares viviendo en todo el Ártico. Sin embargo, las reducciones del cambio climático inducidas por el hombre en el hielo marino han causado disminuciones en el número de osos, y los ejemplares jóvenes tienen una tasa de mortalidad más alta que los adultos.

(SERVIMEDIA)
02 Feb 2018
MGR/caa