En una rueda de prensa pasadas las diez de la mañana, Torrent explicó que no piensa proponer “ningún otro candidato” a la investidura mientras Puigdemont suscite el apoyo mayoritario de la Cámara autonómica.

“El presidente Puigdemont tiene todo el derecho de ser investido”, sostuvo el presidente del Parlament, quien explicó que el exmandatario autonómico le ha remitido una carta en la que le pide "amparo" en su derecho de someterse a la sesión de investidura.

Por este motivo, Torrent dijo que el Pleno fijado para las 15.00 horas de este martes queda "retrasado", aunque no "desconvocado", hasta que se resuelvan las "alegaciones" ante el Constitucional contra su decisión de poner “condicionantes” a la investidura de Puigdemont.

El responsable del Parlament explicó que, además de las alegaciones presentadas por Junts per Catalunya, él mismo instará a los servicios jurídicos de la Cámara autonómica a que recurran las condiciones a un nuevo nombramiento de Puigdemont como presidente autonómico.

“HASTA EL FINAL”

Estas condiciones, según estableció el Constitucional el sábado, son que Puigdemont no puede ser investido de forma telemática desde Bruselas y que, antes de personarse en la Cámara autonómica, debe recibir autorización del Tribunal Supremo. Esto se debe a que el exmandatario autonómico tiene una causa abierta por sedición y otros delitos por el referéndum del 1-O y el proceso secesionista.

Torrent explicó que el Pleno de investidura que se iba a celebrar este martes “no se va a desconvocar, pero queda retrasado”, de firma que se celebrará cuando se pronuncie el Constitucional y pueda celebrarse debate de investidura “seguro y con garantías”.

Según el presidente del Parlament, el objetivo es logar una designación de Puigdemont “que tenga valor real y que sea efectiva” y que se produzca tras un debate “efectivo y sin injerencias”. El responsable del Parlament remarcó no se va a mover “ni un milímetro en la defensa de los derechos políticos de los diputados a pesar de todas las amenazas que se puedan recibir”.

“Iré hasta el final para defender los derechos del presidente Puigdemont y para que se pueda someter a un debate de investidura con todas las garantías”, añadió, puesto que el Parlamento catalán “investirá al candidato que reciba el apoyo mayoritario de la Cámara, no el que decida un tribunal o un ministro en un despacho a 600 kilómetros de distancia”.