Según esta sociedad científica, las principales características de la profesión de investigador oncológico en 2018 son “casi 100.000 puestos de trabajo perdidos, escasa y devaluada convocatoria de empleo público, deterioro gradual de los sueldos, pérdida de autonomía laboral o degradación de las condiciones laborales”. Además, el presidente de la Aseica, Carlos Camps, añadió que en definitiva “es una carrera sin futuro en España si las administraciones públicas no toman medidas con carácter urgente”.

En una nota informativa, esta sociedad explicó que el borrador de los Presupuestos Generales del Estado para el presente ejercicio y el último informe sobre el estado de la Ciencia y la Tecnología en España confirman que un año más la inversión en investigación no para de decrecer. En este sentido, Aseica reclamó un Pacto de Estado por la Investigación Oncológica que implique un cambio de estrategia a largo plazo: financiación estable, convocatorias de empleo, becas y ayudas públicas regladas y predecibles, creación de herramientas que favorezcan el mecenazgo y la entrada del sector privado en el sector, reducción de la burocracia y mejora estructural del sistema.

Según Camps, “la falta de compromiso del Gobierno con la innovación y la investigación en cáncer y una larga lista de trabajos pendientes en tarea de I+D suponen un atraso de casi una década para el sector científico y desacelera líneas de investigación oncológica de gran valor para atajar el progreso de la enfermedad”.

“Nuestros investigadores están encontrando valiosas oportunidades laborales en el extranjero, por lo que nos estamos quedando sin talento y renunciando a la oportunidad de cambiar el modelo de crecimiento económico en España. Aunque aquí las principales víctimas son los pacientes”, denunció.