ERC y el PDECat pedían en la Diputación Permanente la convocatoria de sendas sesiones extraordinarias de comisión en las que comparezcan la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y del ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña y la intervención de las finanzas de la Generalitat.

En nombre de ERC, Ester Capella aseguró que Carles Puigdemont debería poder volver a Cataluña sin temor a ser detenido salvo en la comisión flagrante de un delito, ya que goza de inmunidad parlamentaria, "pero ahora nada garantiza". Denunció, además, que "se han retorcido" los tipos penales de sedición y rebelión a pesar de no existir violencia y se ha convertido la prisión provisional en juicios de fondo, algo "prohibido" en la legislación penal española.

Denunció que "el trío del 155" pretende valerse de una mayoría parlamentaria "que no ostentan" mediante la negación del voto delegado a los presos y a los "exiliados" y modificando con ello en la práctica la composición del Parlamento de Cataluña.

El portavoz del PDECat, Carles Campuzano, reiteró la "inconstitucionalidad" de la aplicación de ese precepto y preguntó a los partidos que la defendieron si piensan respetar el resultado de las elecciones del 21 de diciembre, en las que se ha "reafirmado" la mayoría independentista y se ha "evidenciado el rechazo de la sociedad catalana" a esa medida.

En nombre del PNV, Aitor Esteban juzgó "lógico" que cuando haya un nuevo gobierno de la Generalitat la aplicación del 155 quede "automáticamente" derogada, y considera por ello "sorprendentes" las declaraciones de miembros del Gobierno sobre el porisble mantenimiento de la intervención de las finanzas de Cataluña, por lo que aprecia como "necesarias" las comparecencias para disipar dudas.

Sin embargo, el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, no puso problemas a la comparecencia de Montoro pero no considera necesaria la de Sáenz de Santamaría. En todo caso, justificó la tutela de las cuentas de una comunidad "adicta a la deuda" en la que se estaban dejando de prestar servicios básicos para centrar los recursos "en el monotema".

SUFICIENTE CON UN "PRESIDENTE PLASMA"

Josep Vendrell, de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, anunció el respaldo de su grupo a las dos peticiones y acusó al PP de no tener un proyecto para Cataluña ni para la España "real, plurinacional y diversa", y al PSOE de apelar solo al modelo federal cuando va unido a la "coerción" para "justificar" la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Dicho eso, alertó también a los independentistas de que Cataluña no se puede gobernar desde Bruselas porque "con un presidente plasma ya tenemos suficiente", en referencia a Mariano Rajoy.

Sofía Hernanz, del PSOE, reconoció que algunas declaraciones de miembros del Gobierno han sido "ambigüas" pero explicó que su grupo no comparte "el enfoque" de las peticiones porque pone el foco en el dedo e ignora que detrás está la Luna, enfatizando la situación concreta de Cataluña y aparcando la necesidad de un modelo de financiación.

El portavoz del PP, Carlos Floriano, dijo a los independentistas que ellos conocen la respuesta a las preguntas que formulan y afeó a Capella, pero sobre todo a Campuzano, que formen parte de una estrategia "que en su fuero interno sabe que es equivocada".

Se mostró escéptico sobre la posibilidad de que alguien "que ha pactado aquí tantas cosas" comparta ahora una estrategia que ha "desgarrado" a la sociedad catalana, roto familias y enfadado a vecinos. "Usted no puede estar de acuerdo", dijo a Campuzano, haciendo extensiva esa reflexión después también a Capella y reprochándoles que respalden a alguien que está "en una deriva que ustedes censuran" aunque intenten aparentar lo contrario.

Les pidió también que le pidan a Puigdemont "que no nos insulten", ya que pedirle que no mienta "es imposible" porque todo el proceso independentista "está fundamentado en una mentira, en muchas mentiras", por ejemplo que Rafael Casanova sea "el primer indepentista" en Cataluña cuando en realidad llamó a los barceloneses a dar la vida "para defender al Rey y a España" en la guerra de sucesión.

Les dijo que pueden contar con el PP para defender sus ideas, convencido de que sus propias intervenciones son la prueba de que pueden defenderlas y de que no se persigue a nadie por lo que piensa sino por "intentar imponer sus ideas vulnerando la ley". Les emplazó a continuación a "dar alguna vez un paso en la dirección del acercamiento y del encuentro".