La Fapam indicó en un comunicado que ha denunciado este caso ante el Servicio de Coordinación de Madrid Salud, del ayuntamiento capitalino, puesto que legalmente debe comprobarse si el animal tiene microchip para avisar al propietario de dónde se encuentra su perro.

Subrayó que conoció este caso a través de la red social Facebook, donde una persona que presenció la escena hizo una fotografía que difundió para denunciar públicamente ese caso. Voluntarios de la federación identificaron el lugar y se personaron allí para comprobar si el animal estaba identificado y si la empresa adjudicataria se había puesto en contacto con el propietario.

Los voluntarios desenterraron al animal y comprobaron que estaba identificado. El propietario se encontraba esa misma mañana buscando a su perro con la esperanza de encontrarlo. “Lo que no sabía es que, muy cerca, el animal estaba muerto y enterrado por una persona que no tuvo ninguna sensibilidad”, añadió.

La presidenta de la Fapam, Matilde Cubillo, recalcó que las empresas de mantenimiento de las carreteras alegan que “no disponen de lector de microchip”, pero agregó que “no es una excusa para enterrar un animal sin comprobar si tiene un dueño que lo está buscando”. “Sólo tienen que llamar a la Policía Local o al Seprona para hacer las comprobaciones. Es inadmisible la falta de empatía con los propietarios de animales perdidos, aparte de vulnerar la ley”, apostilló.

La Ley de Protección de Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid establece en su artículo 13 que “la retirada de animales muertos en carreteras o vía pública se realizará previa comprobación de su identificación y aviso a su propietario, en su caso”.