En rueda de prensa en Roma, Rivera subrayó que los letrados del Parlamento de Cataluña han dicho con toda claridad que "no se puede" delegar el voto por estar fuera de España o en prisión preventiva, y que tampoco se puede ser investido presidente de la Generalitat sin estar presente en la Cámara.

Hay que tener en cuenta, insistió, que Puigdemont no está en Bruselas "por enfermedad o por una nevada", sino porque está "huyendo" de la Justicia española y de ser juzgado por delitos "muy graves", una situación "muy grave" no solo jurídica sino también políticamente, porque los demás partidos en ningún caso apoyarían a un candidato sobre el que pesan esas acusaciones.

Subrayó, en ese sentido, que le ha "sorprendido" que Rajoy asegure que se seguirá aplicando el artículo 155 de la Constitución si Puigdemont es investido, porque se comporta como "un tercero que no tiene nada que hacer" en ese asunto, cuando la realidad es que esa investidura solo sería posible si se cambia el Reglamento del Parlamento de Cataluña y no se recurre ante el Tribunal Constitucional.

Por ello insistió en la necesidad de recurrir "inmediatamente" cualquier intento fraudulento de modificar el Reglamento y de investir a Puigdemont vulnerando la ley, para que el Tribunal Constitucional suspenda esa acción.

Rivera lamentó que Podemos y su referente en Cataluña, Catalunya En Comú-Podem, no haya querido acordar con Ciudadanos y con el PP la composición de una Mesa alternativa a los nacionalistas que permitiría tener un presidente constitucionalista y con ello garantizar el respeto a la ley.

Sin la renuncia a sus escaños de los electos que se encuentran fuera de España o en prisión preventiva es una "evidencia" que habría suma posible para la constitución de esa Mesa, que además reflejaría la mayoría social existente en Cataluña, alterada por la ley electoral en su conversión a escaños.

Desde Roma, Rivera lamentó también que el pasado 1 de octubre el Gobierno no tuviera "capacidad" para comunicar adecuadamente fuera de España lo que estaba ocurriendo en Cataluña y dejar claro que se trataba de un "golpe" a una democracia "madura, fuerte, consolidada". Para ello, dijo, tenía que haber contado con "todo el mundo" capaz de comunicar esa realidad, desde expresidentes y exministros a los demás partidos.